Los animales son sin duda uno de los dos grupos más difíciles de dibujar que existe, no sé cual de los dos lo es más, aunque creo que gana el otro grupo, que no es otro que el de los niños; pero de estos hablaremos en otra ocasión.

Los animales son un buen tema para dibujar, sobre todo para hacer simples apuntes, nos obligan a estar atentos, tener la mano rápida y el ojo presto. Cuando se dibuja animales hay que tener mucha paciencia, imaginación y mucha memoria visual, es decir tener muy entrenada la capacidad de recordar la mayor cantidad posible de detalles. Por otra parte hay que saber ser flexible, saber decidir que detalles son importantes y cual prescindibles. Pero sobre todo lo más importante es tener la capacidad para pasarlo bien dibujando, por que si no al dibujar animales, sobre todos los que se mueven mucho, lo vas a pasar francamente mal. Si quieres dibujar una pose más concreta, es mejor recurrir a una foto, sobre todo si el animal además es muy exótico.

De todos modos para mí lo realmente importante, al dibujar animales es saber recoger su “gesto”.  Como ya mencioné en otro post (aquí lo podéis encontrar Gesto y Gente) al final lo importante es que el resultado sea eficaz, que recuerde las cualidades del animal en ese momento, su vivacidad, como se movía, su tristeza si era el caso, es decir las sensaciones que nos transmitió en aquél instante. Como ya mencioné más arriba si queréis dibujar una pose larga lo mejor es recurrir a las fotografías.

En los parques lo que sobra, sobre todo en verano por supuesto, son perros jugando, saltando y alborotando. Una de las mejores ventajas de dibujar perros es que no se molestan si los miras fijamente durante mucho tiempo, cosa que sí puede llegar a ocurrir cuando dibujas personas.

Así que una vez más mi consejo habitual, coged lápices, pinceles, tizas, colores, o cualquier cosa que os sirva para dibujar, papel por supuesto y a pasarlo bien dibujando.