Yo soy muy de árboles, tanto en el dibujo como en la vida en general. No hace falta que haga un elogio de los árboles, más allá de su valor como ser vivo, son evidentes los valores que aportan al mundo; me limitaré por tanto a escribir sobre su valor como modelo de artistas.

Los árboles como modelos son muy bien mandados, no se mueven, no se quejan, son muy variados, los hay de todas las formas imaginables y de todos los tamaños, también en el campo de los colores son muy variados. Están en todas partes, en el campo por supuesto pero también en la ciudad. Son fáciles de dibujar con cualquier medio, incluso permiten usar técnicas muy diferentes ya que sus formas son indefinidas, lo que permite abordar su retrato desde cualquier ángulo que nos apetezca. Las técnicas más sueltas y que nos permiten trabajar con masas grandes son especialmente adecuadas. Son fáciles de dibujar, además, por que no es necesario ser preciso para que un árbol dibujado parezca un árbol.

Dibujar un árbol es dibujar un trozo de vida, un ser que en realidad solo vive para los demás. Da abrigo a muchos y sombra a todos, por si esto fuera poco nos emociona con su belleza. Todo esto sin pedir nada a cambio.

No os olvideis de dibujar y de ser felices dibujando…… árboles. Comentarios bienvenidos.