Para rematar la serie sobre entintado que fue motivada por el #Inktober, voy a hablar del entintado con bolígrafo tipo BIC. Es una técnica que en sí no se diferencia de la pluma en cuanto a su funcionamiento, es decir que se utiliza el rayado, cubriendo lo que uno quiere entintar haciendo rayas una al lado de la otra, en distintas direcciónes. No hay misterio. La gran diferencia para mí está en la cantidad de matices que se pueden extraer de la herramienta. Es sensible a la presión, con lo cual se pueden hacer distintos grosores de líneas, aunque la variación sea mínima; pero está ahí y se nota. Esa misma sensibilidad a la presión, hace que se pueda poner más o menos tinta en el papel, lo que permite hacer degradados muy suaves, en eso funciona un poco como el lápiz.
La propia construcción de la punta del bolígrafo es relevante en esas diferencias, al ser una bola que girar recogiendo la tinta del interior del depósito y dejándola sobre el papel, hace que las líneas obtenidas tengan unos bordes mucho menos duros, que las obtenidas por una punta de acero surcando el papel. Los propios bordes de la líneas, si uno pudiese verlas al microscopios se verían más «blandos» ¿A donde me lleva eso? pues a que la sensación visual no es de un contraste muy cortante entre el negro de la línea y el blanco del papel.
En fin que a mi me parece un instrumento que permite muchos más matices, y calidez. Aspecto importante según que tema estemos tratando.
Ya sabeis no os olvideis de dibujar ni de disfrutar dibujando.