Una buena forma de solucionar la falta de tiempo para dibujar, es aprovechar esos momentos en los cuales nos vemos obligados a esperar, nos guste o no. Uno de los más característicos es cuando estás esperando a ser atendido en un restaurante. Hoy en día lo habitual es que los manteles sean individuales y de papel ¿He dicho papel? Sí, papel. Eso donde normalmente se dibuja. Pues por que no dibujar en el mantel. Lo que sobran son modelos a nuestro alrededor, podemos dibujar las personas, lo que tenemos en la mesa, como los saleros, cestillo del pan, pan, tenedor, llaves, etc. Podemos aprovechar para hacer un poco de caligrafía y mejorar la letra. Podemos hacer ejercicios como hacer trazos sin más (un día tengo que hablar de eso). En fin que las posibilidades son totalmente infinitas.
Son inmerables los manteles en los que he dibujado. Más de uno me lo llevé para casa y muchos otros se quedaron sobre la mesa, para regocijo de los camareros y camareras. Sé de más de un sitio donde mis dibujos sobre mantel adornan la cocina, incluso más de un mantel. Obviamente en los sitios donde voy a comer más habitualmente. Incluso ya esperan que haya dibujo, miran de reojo cuando pasan por mi lado «como va la obra» y cuando me voy he observado como recojen el mantel con cuidado y lo llevan para «los adentros» del local.
Así si quereis tener un público fiel, y agradecido, os animo a que dibujeis sobre mantel ─ de papel, no vaya a ser ─ y le regaleis vuestro arte a los esforzados camareros que normalmente atienden con mucha amabilidad (y no siempre es fácil) a los hambrientos comensales.
No os olvideis de dibujar y de disfrutar dibujando.