Ya tocaba pasar por aquí, y cuando toca toca. Hoy traigo un dibujo hecho con bolígrafo, en este caso azul. Cuando se usa el bolígrafo, al menos yo, lo que se hace normalmente es usarlo para entintar, es decir para pasar un dibujo de lápiz a tinta. De esto ya se puede deducir que primero hay que hacer un dibujo, y una de las claves del éxito, es que ese dibujo este lo más trabajado posible, pero no trabajado en el sentido de muy acabado, como si fuera para quedar en estado «lápiz», si no más bien, trabajado señalando cada zona de luz y sombra, cada contorno, cada volúmen. En definitiva hay que marcar el camino que vamos a seguir cuando estemos en la fase entintado. Siempre se pueden ajustar detalles luego, pero es mucho más seguro tener el camino muy marcado. Como ya os podéis imaginar usar un bolígrafo (o cualquier forma de tinta) implica que cada trazo es irreversible, no se puede borrar, y muy pocas veces rectificar o arreglar, de ahí la importancia de saber de antemano por donde se anda.
A mi el bolígrafo me gusta por que el tacto, la sensación al usarlo es muy cercana al lápiz, se pueden lograr mucho matices, y se puede modular muy bien la presión con lo cual el control es muy bueno. Por lo demás es igual que entintar con otra técnica, mucho cuidado, paciencia, y máxima atención.
Hoy en día se pueden conseguir bolígrafo con casi cualquier color, de hecho hay artistas especializados en esta técnica que logran obras realmente espectaculares. A mí personalmente el clásico BIC es el que más me gusta, el color azul le da a las piezas un aspecto entre irreal, frío, atemporal, pero lleno de matices que suavizan el resultado final.
Bueno no dejéis de dibujar, y de disfrutar haciéndolo que al final si se piensa bien, poco placeres hay tan fáciles y baratos.
¡Impresionante arte con solo un bolígrafo Bic!
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Gracias. Al final si lo piensas bien, la herramienta es lo de menos. Solo hay que encontrar la via.
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