Donde va tu hombro va tu codo, donde va tu codo va tu muñeca, y donde va tu muñeca van tus dedos. Donde van tus piernas van tus caderas, donde van tus caderas va tu columna, y así podría seguir enumerando partes del cuerpo. Lo que quiero decir es que al dibujar debemos procurar que ninguna parte de nuestro cuerpo condicione nuestros movimientos, y más concretamente los de la mano que dibuja. Puede parecer que exagero, pero es fácil de comprobar. Basta con poner el papel más lejos, de modo que tengamos que estirar más el brazo para alcanzar el papel, veremos con claridad como un cambio en nuestra postura corporal condiciona nuestra habilidad para dibujar. Como condiciona la forma en que cogemos el lápiz, la presión de nuestros dedos, la fatiga que condiciona nuestra atención, etc.

Hay que aprender a conocer las partes de nuestro cuerpo que intervienen en el dibujo; es fácil, basta con hacer rayas en un papel poniendo nuestro foco interior en el hombro, el codo, la muñeca, los dedos, buscar cual es la posición que más nos favorece, aquella en la que estamos más relajados, etc. Profundizar en su manejo siempre nos favorecerá, es además un muy buen sistema para mejorar el auto conocimiento.

Tener una buena postura a la hora de dibujar ayudará a que nuestro cerebro esté menos ocupado en guardar el equilibrio, y por tanto pueda estar más enfocado en medir bien, en apreciar bien las inclinaciones, los contrastes, etc. Nos ayudará mucho además en la expresividad, o mejor dicho la condicionará menos. Estar tenso, debido a una incorrecta postura, hará nuestras líneas más agresivas, nuestra mano será menos ligera, nuestra mente estará más fatigada por el esfuerzo.

Os animo a que comprobéis como la postura influye en el resultado final. Os animo también a que visitéis el resto del blog, y por supuesto MI TIENDA. No os olvidéis de dibujar, y de disfrutar dibujando.