
Cuando se termina un dibujo, sobre todo si es muy acabado, con muchos grises y degradados, es importante protegerlo con un fijador. Es una sana costumbre si no podemos encontrarnos, con el paso del tiempo, sobre todo en cuadernos, que el dibujo se ha transformado en un gigantesco borrón. Las hojas se rozan unas contra otras y aunque pueda parecer que no es mucho el roce, con el tiempo sí que se nota el efecto del mismo.
Algunos fijadores son especialmente indicados para carboncillo, otros para pastel, para acuarela, etc. Para el grafito sirven los del carboncillo, aunque yo uso los de la marca Montana MTN. Aunque no me gusta hablar de marcas concretas ─los que me seguís desde el principio ya os habréis dado cuenta─, y no es por no tener criterio, es más bien por que no me pagan por la publicidad, en este caso hago una excepción. Este fijador es perfecto para matar los brillos propios del grafito, sobre todo en las zonas oscuras, y más si sois de los que apretáis mucho con el lápiz. Tiene sin embargo el inconveniente de oscurecer un poco el dibujo en general, por algo vuelve los negros más negros. Así que cuidado con los dibujos poco contrastados, o si no el fijador se comerá los blancos. Es una empresa española, así que también por eso merecen mi apoyo, más en estos tiempos. Os dejo un enlace a su web Montana Laca Fijadora. Ojo al usar fijadores hacerlo siempre en un lugar ventilado
Como siempre os invito a visitar el resto del blog, y a descubrir todas las entradas interesantes que hay por ahí. No os olvidéis de dibujar, mucho.