Cuando se dibuja o se pinta es fácil perder de vista la idea de que lo que aparace en el papel no es una cara, una manzana o una casa, si no líneas, espacios claros, espacios oscuros, curvas, rectas, etc. La transformación de eso en «una cara» lo hace la mente del espectador, la del artista también por cierto, si no no podría dibujar. No hay que olvidar esta realidad, es la base de todo. No importa cuantos detalles pongamos, si dibujamos realista, o naïf, lo único importante es lo que va a pasar en la mente del espectador. Por eso algunas obras triunfan mientras otras de «tal vez» más calidad se quedan en un segundo plano, o caen en el olvido. Es una verdad dolorosa y algo difícil de controlar, por no decir imposible. Sin embargo siempre es bueno dejar un margen para que la imaginación del espectador haga su trabajo, y rellene los huecos. Es un poco como seducir, no hay que enseñarlo todo, pero no se puede no enseñar nada. Justo lo suficiente, el resto que se lo imaginen.

Lo difícil es encontrar el punto en el que hay que parar, así que afilad vuestro poder de seducción que al fin y al cabo el Arte es de lo que va, de cautivar y seducir. No os olvidéis de dibujar…..lo suficiente.