Siguiendo el consejo de Leonardo da Vinci (ese perfecto desconocido) me he dedicado a dibujar drapeados, utilizando como modelo un paño que simplemente solté encima de la mesa. Siempre es bueno usar modelos reales si se puede y este es un caso ideal para eso. Leonardo aconsejaba a quien quisiera aprender a dibujar, que practicara dibujando drapeados. Mejor aún si eran las ropas de una persona. Es fácil comprender ese consejo, cuando uno dibuja drapeados hay que estar atento a la forma, a los contrastes, a como la luz dibuja las formas, a las sombras, en definitiva a muchos matices.

Asi que os aconsejo, como lo haría Leonardo, que practiqueis dibujando drapeados ¿quien no tiene un trapo en casa que le pueda servir de modelo? Basta un lápiz de grafito, un papel y una goma. Mas facil imposible.

No os olvideis de dibujar y de ser felices dibujando.