Esta forma de dibujar un retrato es un tanto extraña, al menos para mi gusto. Consiste, como se puede apreciar, en dibujar solamente la cabeza de la persona, sin cuello ni nada que la conecte a un cuerpo. Es un estilo que fue bastante utilizado en la publicidad, en los años 50 y 60, sin embargo no es nada frecuente en la pintura de retratos en ninguna época. Hay que reconocer que se hace un poco raro ver una cabeza sin cuello, ni hombros ni nada del resto del cuerpo. Desde luego para ilustrar temas que tengan que ver con lo terrorífico y lo macabro no tiene igual. Espero que estos retratos que hice con este formato no os resulte aterradores, desde luego no es mi intención que nadie se asuste. Además las dos señoritas tienen un aspecto muy poco terrorífico. Imagino que esta fórmula empezó a utilizarse en la publicidad para ahorrar espacio, y poder meter la mayor cantidad de elementos posible en el menor espacio posible. Es ideal para encajar una cara expresiva en un anuncio para invitar a los potenciales clientes a comprar el producto, cuyas bondades hacen tan felices a esas «floating heads».

No os olvidéis de dibujar y de disfrutar dibujando, desde luego el buen tiempo invita a ello.